Relato de visita al Tambo “La Cabaña” – 27 Set.

Mañana muy fresquita y cielo despejado.
A eso de las 8:30 nos arrimamos hasta la Placita.
Entre mate y mate surgió la duda: vendrá gente?
Y al poco rato empezaron a aparecer manojitos de gurises recién levantados.
Se despejó la modorra con el alboroto y hasta los perros se contagiaron.
Además de la barra de gurises, varios vecinos se sumaron: el “Manso”, Pablo, Rosana y también una abuela además de los integrantes del Guazu Club.

Tal como estaba previsto llegamos al establecimiento en vehículos.
Nos recibió Cecilia que nos estaba esperando.
El recorrido se inició muy próximo al brete donde estaban las vacas en fila para ingresar al tambo.
Nos explicó que manejan un total de 350 vacas y hay alrededor de 300 terneros.
Hay 2 ordeñes en el día, el primero a las 9:30 y el segundo a las 22 hs.
Tienen 4 lotes de vacas que se clasifican según la mayor o menor producción de leche y otros criterios.
Antes de que ingresara el ganado pasamos por la zona de ordeñe donde vimos que la ordeñadora es de tipo “espina de pescado” y tiene lugar para 14 vacas de cada lado. A los costados hay comederos donde se les da la ración.

Pudimos observar el proceso de ordeñe desde la sala contigua al tambo porque hay ventanas que permiten ver todo de modo seguro y sin interferir en las tareas.
Hicimos varias preguntas y nos asombramos de ver de cerca el proceso.
Desde las máquinas de ordeñe salen unos tubos que conectan a tanques contenedores donde se recolecta toda la leche. Están refrigerados a una temperatura controlada de -5 grados.  
El camión de Conaprole va todos los días a las 7am a retirar la leche que se remite (y es la que luego va a parar a las bolsitas que consumimos).

Luego de observar un rato el periplo pasamos al corral donde están los terneros y degustamos leche recién ordeñada. Tibia y dulce. Casi todos probamos.

En total se remiten 8.000 litros de leche diariamente.
Una cosa que nos llamó la atención es que todas las vacas tienen caravana. A  los 2 meses de nacidos ya ingresan en el sistema de trazabilidad del ganado y por eso todas deben tener su caravana de identificación y seguimiento.

También vimos que utilizan un sistema de procesamiento del estiércol que se genera en el tambo y consta de 3 piscinas donde se va decantando hasta que se obtiene abono que se utiliza como fertilizante y agua que se usa para lavar el exterior del tambo.

Como última parte de nuestra visita pasamos a ver la maquinaria y allí tomamos una foto de todo el grupo.
En todo momento nos acompañó Timbó, un labrador precioso y bonachón.
Quedamos encantados con todo el recorrido. Regresamos comentando lo bien que la pasamos y las cosas que aprendimos.

Muchas gracias a todo el personal del establecimiento “La Cabaña” y en especial a Cecilia y Leonardo por recibirnos y tratarnos tan bien.